“Fue una locura ser parte del viaje, en ese momento todos éramos iguales”, palabras de un vendedor de chipá. Asterisco retrató este evento único en imágenes.
Rocío May (Lic. en Periodismo, Pilar)
Tiendas de recuerdos en cada rincón de la plaza de Luján.Fieles amontonados de todas las edades, hacen largas filas para tocar la réplica de la virgen de Luján, ubicada en la Plaza Belgrano.Los símbolos religiosos rodean la Basílica.Primera misa a temprana hora de la tarde, celebrada al aire libre con canticos de los fieles, en la plaza Belgrano de Luján.El Padre bendice los objetos de los fieles.Tecnología y religión de la mano.Integrante del Grupo Parroquial Cura Brochero (José C. Paz) levanta al cielo la imagen de San José Gabriel del Rosario Brochero.Celebración de misa dentro de la Basílica.
Al inicio de la nota rescatamos las palabras de un joven vendedor de chipá a quien el viaje le había parecido «una locura» y que sentía que en ese momento todos los seres humanos eran iguales.
Al fin y al cabo, esa es la sensación del peregrino, que camina en la senda de la empatía y comparte con los demás la protección de un mismo manto, el de la virgen de Luján.
Revista Asterisco 