Se cumplió un nuevo aniversario por el Día del Periodista el 7 de junio y desde Asterisco entrevistamos a Julio Leiva, conductor de Caja Negra, uno de los programas más innovadores de los últimos años, que convoca invitados de todos los ámbitos: desde Duki, Wos y Fito Páez hasta el Presidente de la Nación Alberto Fernández.
Por Celina Girula
¿Cuál es la mejor parte de hacer Caja Negra?
Varias cosas. La primera es que me permite hablar con gente que de otra forma no hablaría, desde un presidente hasta un streammer; desde un músico que la está explotando hoy hasta alguien súper consagrado de hace muchos años. Por otro lado, personalmente me enriquece. Aprendo mucho de cada entrevista y de cada entrevistado. Nos posibilita hablar de muchas temáticas que quizás algunos medios no dan importancia y a nosotros nos parecen fundamentales, como las explosiones que hay hoy a nivel cultural en la Argentina.
¿Tuviste que entrevistar a alguien que no querías?
Sí, porque el periodista tiene que entrevistar a todos con los que coincide y con los que no. Y quizás a veces hasta es más rico cuando entrevisto a alguien con el cual no coincido, porque justamente es un desafío sobreponerme a mi subjetividad y tratar de hacer una buena entrevista.
Me parece que en los últimos años se crearon dos burbujas de quienes están de un lado u otro, y a mí me gusta romper un poco esa burbuja porque también rompo el algoritmo al entrevistar a alguien de otra vereda, ni siquiera ideológica, sino de un lugar que decís ‘¿Cómo puede entrevistar a este si no tiene nada que ver con lo que viene haciendo?´ A veces, lo que haces con eso es romper el algoritmo porque entrás en un montón de otro público que quizás no conocía el programa y descubre qué es Caja Negra.
¿Cómo ves el panorama con respecto a los nuevos formatos? ¿Sentís que el periodismo se está adaptando?
Sí, lentamente. Porque tardó mucho en darse cuenta de su potencialidad. Pasamos a depender del celu, de hecho, hoy el periodista está mucho más tiempo sentado frente a un escritorio que en la calle y está todo el día más con la compu que hablando con gente presencialmente. Yo creo que sigue siendo enriquecedora la entrevista presencial. Después a nivel del uso de la herramienta como un lugar de distribución, de crear contenido, de exponer lo que uno hace de a poco se va adecuando, más allá de que hoy el periodismo es digital básicamente o la potencialidad más bien es digital. Es innegable de que es por ahí.
¿Qué consejo le darías a los nuevos y futuros periodistas?
Lo fundamental es hacer. Hoy más que nunca tenés la posibilidad de hacer lo que quieras cuando quieras y en donde quieras. La tecnología te permite probar y errar, con eso aprendes y vas buscando tu audiencia. Hoy no hay que esperar a que alguien “te llame”, sino hacer lo que uno tiene ganas. En el camino aprendés y quizás hasta encontrás tu propia voz, tu propio público, y quizás no tenés que esperar nunca a que alguien te llame porque vos ya hiciste tu propio negocio. Me parece que hoy el desafío para un periodista pasa más por monetizar su trabajo. Hoy cualquier periodista puede serlo desde el minuto cero, desde agarrar un celular y grabar una entrevista; ahora el desafío es cómo eso se convierte en un medio de vida. Hay que aprender, embarrarse, entrar, conocer los algoritmos, las métricas, las formas de monetización de distintas plataformas. Me parece que hay mucho por aprender y las universidades también tienen que poner mucho el foco allí.
Revista Asterisco 