Bicicleteadas, calistenia y running son algunas de las actividades que marcan tendencia en las plazas de la ciudad de Buenos Aires para mantenerse en forma.
María Fátima Rodrigo (Lic. en Ciencias de la Comunicación, 3M3
Todos conocemos los beneficios que trae para la salud del cuerpo y del alma realizar actividad física y aún más si es al aire libre. El problema que muchos tenemos es que desconocemos la forma en la que podemos hacer deporte adaptándolo a nuestros horarios y condiciones.
Para quienes estudian o trabajan (ya sea dentro o fuera del hogar) muchas veces los tiempos libres se reducen pasando a ser casi nulos y cuando llega el esperado momento puede faltar la motivación para salir y se priorizan otro tipo de actividades recreativas. Además a veces es necesario invertir dinero, como en un gimnasio o una clase de tenis. Por último a estas barreras se suman también las limitaciones físicas por la edad o condiciones médicas. Sin embargo, existen alternativas simples para incluir el deporte en la cotidianeidad.
En los barrios de Recoleta y Palermo, la Avenida Libertador es un punto de encuentro para muchos deportistas, desde el puente de la facultad de Derecho hasta el Rosedal. Allí nos encontramos con plazas, bicisendas y espacios para corredores. En diálogo con los deportistas, obtuvimos algunas claves acerca de las posibilidades que ofrece la Ciudad.
Emilia (26), una joven que se encontraba elongando frente a un farol nos contó que hace poco que comenzó a entrenar y realiza actividad física al aire libre dos veces a la semana. Al trabajar en la modalidad home office, sale después de la jornada laboral o el fin de semana. En cuanto a los beneficios de este tipo de entrenamiento, ella destacó: “equilibra un poco más el tema de estar trabajando tanto en casa; así tengo algún corte y descanso mejor”. Generalmente sale a correr y a veces frena en las estaciones saludables, espacios habilitados por la ciudad que ayudan a potenciar el bienestar.
Siguiendo nuestro recorrido, pasamos por la plaza de la República Oriental del Uruguay. Allí nos detuvimos en el parque de calistenia, donde entrevistamos a un hombre de 65 años (“José”, no quiso dejar su nombre). Este ciudadano destacó que no hay que dejar de ejercitarse. Él entrena calistenia unas tres veces por semana: “es todo con el propio peso del cuerpo; trabajas todos los músculos al mismo tiempo, eso genera un efecto anabólico, pero sin tomar ninguna sustancia energizante”, señaló. “Cuando tenés que levantar todo el peso del cuerpo vas a apretar todo, entonces trabaja todos los músculos del cuerpo”, agregó.
Según nos contó, Juan se aburrió de los gimnasios y se dio cuenta de que necesitaba un cambio. Pero en cuanto a las desventajas de ejercitarse en el exterior, comentó que es un poco incómodo tanto cuando hace mucho frío como cuando el clima es demasiado caluroso. Y en cuanto al parque de calistenia en general, concluyó: “este lugar está buenísimo. Es lo mejor que hicieron”.
La compañía en el deporte se vuelve muchas veces un factor crucial para la motivación. Tal es el caso de Juan, quien nos contó que después de salir del trabajo se junta con un amigo y entre los dos se “empujan” para ir a entrenar.
A fin de hacer más divertido su entrenamiento, nos comentó que realiza una rutina, pero que la cambia cada tres o cuatro meses. Otra forma por la cual logra adaptar a su vida diaria la actividad física al aire libre es yendo y viniendo en bicicleta a la oficina, utilizando las bicicletas naranjas. “Si tengo que moverme más de diez cuadras, suelo ir en bicicleta naranja, sobre todo si es un día de semana que, salen gratis», indicó.
Por otra parte, en cuanto a los inconvenientes de estas actividades, destacó: «la escasez de equipamiento especializado, que te requiere a su vez más conocimiento de la práctica deportiva es un problema. No es lo mismo diseñar una rutina de ejercicio teniendo una barra y el piso que si tenes distintas pesas, distintos aparatos. Eso te requiere más fuerza de voluntad».
También consideró como desventajas la presencia de mosquitos, la lluvia ocasional y hasta las alergias durante los cambios de estación. Finalmente, en lo que respecta al gimnasio, siempre hay más saturación de gente que en las plazas de la ciudad. Para concluir sostuvo que la rutina ideal tiene «un poco de aire libre y peso corporal y otro poco de ejercicios más especializados en un gimnasio» o en un deporte que a uno le interese.
Revista Asterisco 