Así lo aseguró Federico Pinedo, dirigente del PRO, exsenador, expresidente de la Nación por doce horas en 2015 y actual titular de la Unidad G20, durante un seminario realizado en el Campus de Pilar de la Universidad del Salvador.
Redacción de Asterisco
El abogado, expresidente del Senado y actual canciller argentino conversó con docentes, alumnos y directivos de las Facultades de la USAL en Pilar y se refirió a los desafíos que tiene el país frente a la redistribución comercial en un contexto mundial de permanente cambio. “Argentina no puede no ser una posibilidad de inversión. Tiene todos los elementos para el escenario que occidente necesita en la economía global. Tiene cobre, litio, minería, economía del conocimiento y producción de alimentos”, afirmó Pinedo en relación con el lugar que Argentina ocupa en el contexto actual. Y adelantó que “estamos ante una transformación descomunal” en cuanto a los cambios educativos, laborales y sociales que trae la inteligencia artificial.
“Vamos a necesitar más capacitación en las habilidades ‘blandas’, que se formen ciudadanos con más valores, con empatía, responsabilidad por el trabajo”, aseguró. Y agregó que “seguramente la transformación tecnológica traiga más desigualdades, pero sería torpe no avanzar en esa transformación (…) después hay que trabajar para darle dignidad a quienes sufran esas desigualdades”.
Durante el seminario, Pinedo expuso algunos de los desafíos que actualmente tienen los diferentes bloques y el G20 en particular. Entre otras cuestiones, se refirió al papel que está jugando Rusia con su intento de imponer un escenario “multipolar”, donde haya una superioridad de alguno de los dos polos de manera alternada. También abordó las problemáticas de los BRICS (grupo político y económico originalmente formado por Brasil, Rusia, India y China) al que luego se sumaron Sudáfrica, Argentina y otros países emergentes. Y señaló la diferencia entre la política exterior que está planteando el presidente Javier Milei y la anteriormente desarrollada por el kirchnerismo, que era una política internacional “basada en la ideología”.
Al finalizar la exposición, se abrió un espacio para que alumnos, docentes y directivos de las carreras de Relaciones Internacionales, Comunicación, Periodismo y Publicidad, entre otras, dialogaran brevemente con Federico Pinedo. Y a modo de cierre, surgió la pregunta obligada: “¿Qué se sintió ser presidente por un día?” (formulada por el director de la Licenciatura en Publicidad, Daniel Gutiérrez).
Durante el traspaso de mando del Poder Ejecutivo entre Cristina Fernández (2007-2015) y Mauricio Macri (2015-2019), hubo un vacío de poder que duró doce horas, entre el término legal del mandato de una presidencia y el inicio de la siguiente. Esta situación sin precedentes desde el regreso de la democracia se originó a partir de la negativa, por parte de la expresidenta, de realizar el paso de banda debido a diferencias político-ideológicas significativas con su sucesor.
“Fue una locura más de la Argentina”, afirmó de manera jocosa Federico Pinedo. Y relató: “yo estaba comiendo un asado en casa a la noche, tranquilo, de esos que se hacen con un ‘chulengo’, tipo barril y me llaman por teléfono para comentarme que me habían elegido para hacer el pase de banda por ser el presidente del Senado… algo que también había sido medio de casualidad en ese momento”. Y confesó que una amiga le pidió que la pusiera a cargo del operativo de seguridad, que la nombrara ministra por un día para estar en el centro de monitoreo y garantizar su llegada a salvo al Congreso de la Nación a la mañana siguiente. “Le dije, quédate tranquila, [Pato], que no pasa nada”. Off the record, pero ante el auditorio estudiantil, dijo quién había sido esa amiga. Aplausos finales.
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