“Equivocarse en el trabajo significa dañar al otro”

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En el marco de las Jornadas sobre Sepsis y Seguridad del paciente a realizarse en septiembre en la Universidad del Salvador, la médica intensivista Eleonora Cunto (66) reflexionó acerca de la responsabilidad del personal de salud, de la necesidad de volver a concientizar en la práctica del lavado de manos y comentó otros puntos clave para tener en cuenta en relación con la sepsis.

Redacción de Asterisco

Eleonora Roxana Cunto, jefa del departamento de terapia intensiva en el Hospital Muñiz

Eleonora Roxana Cunto (MN 66908) es jefa de terapia intensiva en el Hospital Muñiz, estudió Medicina en la Universidad de Buenos Aires, es infectóloga, neumonóloga e intensivista. El 17 septiembre disertará en la primera jornada sobre Sepsis y Seguridad del paciente, organizada por la USAL, titulada “Una discusión sobre los desafíos para brindar un cuidado seguro y salvar vidas de la sepsis”. En diálogo con Revista Asterisco, la especialista desarrolló los aspectos más relevantes sobre esta afección.

¿Cómo puede diagnosticarse a tiempo un caso de sepsis?

Es posible detectarlo, pero primero hay que saber qué se busca. Hay que separar el diagnóstico: si está relacionado con la comunidad o con el hospital. Si no es el mismo paciente que se alerta, uno no lo puede saber, excepto si se está en epidemia o brote. La sepsis no discrimina si es una infección bacteriana o viral. Incluso hemos visto formas septicémicas debido a un parásito.

¿Es posible evitar un shock séptico? ¿Hay síntomas de alerta?

En realidad, hay dos definiciones del shock séptico: una es clínica o práctica y la otra es teórica. Esta última dice que es una parte de la sepsis, no una enfermedad. Se caracteriza por tener graves alteraciones circulatorias que hace que la mortalidad aumente al 40 o al 60 por ciento. La definición práctica se da cuando el paciente está con hipotensión arterial principalmente y hay un aumento del ácido láctico, pero a veces. En el shock séptico, aparte de estar hipotenso, en el paciente se puede detectar mala circulación, como el pulso filiforme, que es un mecanismo de defensa.

¿Hay algún indicio puntual que una persona pueda tener en cuenta, a modo de alerta, para asistir a un centro médico?

El síntoma puede estar relacionado con el foco de origen. Por ejemplo, el pulmón: si está con neumonía, va a estar con frecuencia respiratoria acelerada. Si es una meningitis, el paciente va a estar confuso. Puede haber afasia muscular, el paciente se puede tornar hipotenso o confuso por la baja presión. Son todos signos indirectos… Puede ser que esté ictérico y entonces el hígado esté comprometido. La diminución de la diuresis es otro signo importante. Eso habla de que la persona necesita líquido, pero no siempre te lo dice. La cefalea es otro síntoma muy emparentado con el sistema nervioso central, al igual que los vómitos, provocados por las meningitis o el abdomen agudo.

¿Dónde se debe cursar el tratamiento durante una afección séptica?

El shock séptico sí o sí tiene que ir a terapia intensiva. La sepsis podría cursarse en otra área, pero siempre el paciente debe estar seguro, lo tienen que ver varias veces al día. Se le administran antibióticos, líquidos por vía parenteral, sedación y analgesia si es que requieren asistencia mecánica. En general, el shock séptico la requiere. Un abdomen quirúrgico tiene que alimentarse por nutrición parenteral. Otra cosa puede ser diálisis, que también es cara… drogas inotrópicas o anticoagulantes, control de la glucemia, etcétera; asistencia de enfermería constante…

¿Cuánto tiempo dura una afección?

No hay un número mágico. El paciente puede tardar en compensarse desde 24 horas hasta varios días. Tiene que ser lo más rápido posible: recuperarlo dándole el antibiótico preciso, sacarle a tiempo una herida que puede estar infectando en la piel, por ejemplo. Pero recuperarse depende de muchos factores: de la inmunidad del paciente, del agente agresor, etcétera. Hay horas de oro siempre.

¿Qué sucede cuando la sepsis es originada a partir de un error o descuido del personal de salud?

Se trata de enmendar lo más rápido posible el error del personal y consolidar la terapéutica necesaria. Con el lavado de manos, se evitarían muchas cosas, pero no siempre se hace. Hay mucha necedad y no solo acá en Argentina.

¿Se perdió un poco la práctica del lavado de manos?

Sí, después del Covid-19, se perdió tanto en el hospital como en la comunidad. Y es fundamental. El lavado de manos tiene 5 momentos: antes de tocar al paciente, después de tocarlo, cuando se va a hacer una maniobra estéril, cuando se estuvo en contacto con alguna secreción, y luego de tocar algún elemento de alrededor del paciente, por ejemplo, el termómetro.

¿Qué le pasa al médico cuando comete alguno de estos errores?

A mí me molesta mucho que haya infecciones hospitalarias. En definitiva, el error es nuestro. No toda la culpa es nuestra, a veces se producen por falta de insumos. Pero la verdad eso habla de un mal manejo de la medicina. Eso no está bien. Uno debe trabajarlo y no todo el mundo está dispuesto a aceptarlo. Equivocarse en el trabajo significa dañar al otro. Puede ser por ignorancia, por falta de interés, por pluriempleo, pero no hay nada que justifique eso. Sea cual fuere la infección hospitalaria, es una imprudencia.

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